Entiéndase expresar como sinónimo de comunicar, puesto que no sólo nos trasmiten emociones las palabras, sino también los gestos, los colores, las formas, los olores. Por eso, decimos que existen dos tipos de comunicación, la verbal y la no verbal. Siendo esta última la que más ámbitos abarca, tales como la música, la pintura, la danza, la gastronomía, la arquitectura…donde no se necesita decir nada, basta con tomar un instrumento, un objeto para innovar. “Cada persona es un mundo”, lo hemos oído muchas veces a lo largo de nuestra vida, pero ¿qué es el mundo sino un concepto subjetivo y trascendental único a cada persona? En mi opinión, según mis vivencias subjetivas, esto es el arte. Existen personas que ven oportunidades nuevas donde otras solo ven residuos desechables. Gente que se reinventa, mientras otras, caen en picado hacia un abismo de desesperación y desdicha.
Radicalismo creativo, sí, donde tomamos la iniciativa, donde nos tiramos a la piscina mientras que nos lleva a la incertidumbre de dónde acabaremos, pero sí, es aquí donde “caminante no hay camino, se hace camino al andar” como decía nuestro gran Antonio Machado. Y para vuestra suerte, os compartiré el secreto del éxito: tener claros unos objetivos – teniendo (medios), creyendo (sueños) y pudiendo (dedicación)-, y aplicando el
método de las 5W (qué, quién/quiénes, cuándo, dónde, por qué, y cómo).
Y toda esta energía, como vemos en el ying-yang, sea luz u oscuridad, es sinónimo de arte, tan solo depende de las herramientas que use la persona para crear algo nuevo con lo que ya tiene. Y recuerden: “sólo cuando caemos, podemos levantarnos”, sólo cuando inventamos, estamos creando algo nuevo, algo novedoso con lo que poner nuestro granito de arena para crear un mundo mejor, más sostenible, más humano.